Marvin Santiago “El Grifo de Canales”, “El Sonero del Pueblo”
(Muere en Bayamón, Puerto Rico el 06 Octubre del año 2004 a los 57 años). Fue un carismático Sonero de “Cortijo y su Combo”, “Orquesta de Jhoony El Bravo”, “Orquesta de Roberto Anglero”, “Orquesta de Bobby Valentín”, “La Primerísima de Puerto Rico” y su propia Orquesta. Logro ser el primer recluso con permiso para poder grabar y realizar giras de Conciertos mientras purgaba su pena.
Sus primeros pasos en la música los dio a los cinco años, cantando rancheras en las actividades que se celebraban en su plantel escolar. Posteriormente trabajó en la cafetería del desaparecido periódico El Mundo. Allí, sus tareas diurnas eran alternadas con su trabajo nocturno con la orquesta de Roberto Valdés. Poco después el conguero boricua Celso Clemente, quien ya conocía del talento de Marvin, lo recomendó al compositor puertorriqueño Tite Curet Alonso. Este le mencionó su nombre a Rafael Cortijo y así se hicieron los arreglos para que el joven participara en una audición. En aquellos días Cortijo y su Combo se encontraban sin cantante principal. Ismael Rivera se había ido para Nueva York y Azuquita también había abandonado el grupo. Por tal razón el Maestro estaba en búsqueda de un nuevo vocalista. Marvin le cantó el tema “El dominó” en una audición. Y al recibir la aprobación de Cortijo, Marvin pasó a ser parte del Combo en 1969 grabando con ellos su primer disco. Para poder trabajar en el mismo se aprendió las canciones en tan solo tres semanas.
Su ascenso a la fama, sin embargo, tuvo como punto de partida su vinculación, reemplazando a Frankie Hernández, en la banda del Bajista Bobby Valentín a fines de 1970. Del primer disco que grabara con esta organización, “Rompecabezas”, en el que vocalizó los diez temas incluidos, surgieron cuatro éxitos: “Amolador”, “Beso Borracho”, “Papel de Payaso” y “Vete pa’llá”. Desafortunadamente, este maravilloso ciclo no tuvo un final feliz, por causa de la indisciplina de Marvin y como consecuencia de su adicción a los narcóticos, vieron precisado a sustituirlo, por Luigi Texidor como la voz principal. Su despedida fue antecedida por el disco “Afuera” que incluyó el exitazo “El jíbaro y la Naturaleza”. Aunque siguió con sus problemas de drogadicción, Marvin Santiago pudo participar en el primer álbum de la Puerto Rico All Stars, en la producción colectiva “De los Soneros” y de agotar una temporada con la orquesta de Tommy Olivencia.
“Fuego a la Jicotea” marcó su lanzamiento como solista, y ante el impresionante impacto de selecciones como “La Buruquena de Doña Inés” y la que sirvió de título al disco, su productor Millet le estampó el calificativo que lo identificaría hasta el final de sus días: “El Sonero del Pueblo”.
En 1992, Bobby Valentín, vuelve a llamarlo para el álbum “Donde lo dejamos”, ésta reunión volvería a repetirse en el disco “35 aniversario”, editado una década más tarde (2002). Antes, en el 2001, fue invitado a la conmemorativa del “40 aniversario”, de la orquesta de Tommy Olivencia.
Marvin Santiago, “El Sonero del Pueblo”, siempre con su propio estilo de cantar y sonear, le dio su toque al sonido de su fuerte voz y su carácter jovial, sus toques humorísticos, la gracia que derrochaba en sus presentaciones y expresiones propias, como: ¡Bayamóntate!, ¡Barranquítate!, ¡Vegabájate! y el muy boricua ¡Ave María!, dejá un legado con su propia página musical en el firmamento salsero de todo el mundo, lo que siempre hará que viva en la memoria y en el corazón de todos los amantes de su inmenso legado musical.