La cuna blanca fue grabada por La Selecta de Raphy Leavitt en 1973. El álbum se llamó Jíbaro soy y es uno de los más importantes en la historia de la agrupación boricua.
Esto ocurrió con La cuna blanca, pieza que narra lo vivido por el pianista Raphy Leavitt y sus músicos, es el resultado de un incidente trágico ocurrido en Connecticut, Estados Unidos, y que significó la muerte del trompetista Luisito Maisonet.
Mi mente no captaba
el por que de esa visión
aquella cunita blanca
que mis sueños quebrantó.
En una presentación para un baile en Connecticut en el 28 de octubre de 1972, el vehículo de remolque recubierto en el que se transportaba la banda tuvo un accidente, muriendo ahí el trompetista Luis Maysonet y quedando gravemente herido Leavitt, quien sufrió varias fracturas en su cadera, vértebras y costillas (desde entonces renguea). Estuvo internado en el hospital por 6 meses, cuando él recobró el estado comatoso en el que se encontraba, tuvo una visión persistente que lo hacia delirar, veía una cuna blanca vacía, de la cual los gritos infantiles podrían oírse, esa cuna de cierta forma perturbaba su razón. En cierta forma él asoció la visión con su trompetista, sin saber que él había muerto en el accidente.
Ahora mi ojos lloran
se entristece mi canción
se encuentran doce potencias,
ay!, reunidas en oración.
Maysonet estaba supuestamente vestido de negro, le decía: “Raphy, de aquí te ayudaré”. Cuando los miembros de la banda decidieron contarle a Leavitt sobre la muerte de su compañero, Leavitt les manifestó que ya lo sabia por la visión que había tenido. Tras siete meses de recuperación, Leavitt y su banda grabaron esta canción La Cuna Blanca como un tributo al compañero desaparecido, escrita con estilo dramático e interpretada por el sonero Sammy Marrero.
Que nadie grite
que nadie llore de sentimiento,
si aquel amigo solo se ha ido
al descanso eterno.
El sentimiento agridulce evocado hace que sea una canción popular de adiós en los entierros Puertorriqueños. La muerte de la hija de Marrero de una bala perdida en un club de reggaeton en 2005 trajo la canción de regreso a iluminar en la conciencia puertorriqueña colectiva y tuvo la consecuencia dramática de hacer a Sammy Marrero cantarla en un concierto de tributo de la Selecta el día inmediatamente después de la muerte de su hija.
Se ha escapado un angelito…
Miren donde vá
volando se ha ido
aquel viejo amigo
a la virgen fue a adorar.
Mi mente no captaba
el por que de esa visión
aquella cunita blanca
que mis sueños quebrantó.
Ahora mi ojos lloran
se entristece mi canción
se encuentran doce potencias,
ay!, reunidas en oración.
Que nadie grite
que nadie llore de sentimiento,
si aquel amigo solo se ha ido
al descanso eterno.
Coro:
Nadie se atreva a llorar,
dejen que ria en silencio.
Si te ofendí cuando
te gritaba en aquellos sueños
por Dios te juro que no sabía
que habías muerto.
¿Por qué lo lloran, caramba?
¿por qué lo lloran?
si ese hermanito ya esta en la gloria.
Te has marchado
tu trompeta queda en silencio
permite hermano que yo te cante
esto tristes versos.
Oyeme Padre celestial,
no me lo prives de tu bondad.
Adios Luisito compañero de mi vida
allá en el cielo, Dios te bendiga.
Sin dudas un gran éxito, por todo lo que envuelve, el sentimiento que le impregnó Sammy Marrero, sin dudas la convirtió en una joya.
Tenía 9 años de edad cuando este terrible accidente ocurrió y tengo un recuerdo Yam vivido del sentir del pueblo. Era como si un familiar muy cercano y querido se hubiese ido. Todavía a mis casi sesenta años siento gran tristeza y a la ve resignación por esa pérdida. Muy conmovedora la letra y el ritmo.